Este último año el movil se ha reforzado como herramienta de trabajo y ocio al mismo tiempo, pero se puede volver una espada de doble filo.
Tanto móviles personales como los corporativos, la empresa se ve expuesto a ataques de phishing y spoofing (suplantación de identidad). Con estas técnicas de engaño los cibercriminales consiguen robar datos de la empresa que pueden usarse en nuevos ataques o ciberespionaje industrial, incrementado tras la pandemia.
«El aumento del uso del teléfono móvil debería ir acompañado por un crecimiento de la concienciación por parte del usuario», asegura Nerea de la Fuente, directora de Suscripción Técnica de Hiscox.